EL SILENCIO

Jean Klein

El silencio es nuestra naturaleza profunda. Lo que somos fundamentalmente es sólo silencio. Él, era antes del nacimiento de todas las cosas. Es sin causa. Su grandeza yace en el hecho de que simplemente «es».

En el silencio todos los objetos tienen su origen. Es la luz que da a los objetos su figura y forma. Todo movimiento, toda actividad está armonizada por el silencio.

      El silencio no tiene su opuesto en el ruido. Está detrás de lo positivo y lo negativo. No está relacionado con nada que pertenezca a la mente. El silencio no tiene nada que ver con la mente. No puede ser definido pero puede ser sentido de un modo directo porque es lo más cercano a nosotros. El silencio es libertad sin restricción o centro. Es nuestra totalidad, no es externo o interno a nuestro cuerpo. El silencio es gozo, no placer. No es psicológico. Es sensación sin alguien que siente, El silencio no necesita intermediario.

      El silencio es sagrado. Es curativo. No hay miedo en silencio. El silencio es autónomo como el amor y la belleza. No es tocado por el tiempo. El silencio es meditación, libre de cualquier intención, libre de alguien que medita. El silencio es la ausencia de uno mismo. O, mejor, el silencio es la ausencia de la ausencia.

      El sonido que viene del silencio es música, Toda actividad es creativa cuando viene del silencio. Es constantemente un nuevo comienzo.

      El silencio precede a la palabra, a la poesía y a la música, a todo arte. El silencio es el plano de fondo de toda actividad creativa. Lo que es verdaderamente creativo, es la palabra, es la Verdad El silencio es la palabra. El silencio es la Verdad.

      Aquel que vive en el silencio, vive en una constante ofrenda, en oración sin petición, en gratitud, en amor continuo.